¿Me das un masaje?

-¿Me das un masaje?
-¿Lo dices en serio o me estás pidiendo discretamente que follemos?
-¡Qué atrevido! Cuando te conocí...
-Los dos hemos cambiado desde que me conociste, y he tenido varias amantes que me han hecho espabilar. Así que vamos a dejarnos de tonterías. ¿Quieres que te de solo un masaje?¿O vamos a pasar todas las fases antes de llegar al polvo?

Primero te tumbarás boca abajo. Yo me sentaré en la cama y te masajearé la espalda. Como es incómodo, te pediré que te quites la blusa, y tú protestarás un par de veces antes de ceder. Después masajearé tu cuello, y recorreré tu espalda con mis manos. Apartarás el pelo de tu nuca, y a mi me darán ganas de darte un mordisco en el cuello,pero me contendré.

Te pediré desabrochar tu sujetador, y tú te harás la remolona diciendo que "sí,sí, claro, todos los tíos decís siempre lo mismo..." cuando por tu mente lo que se te está pasando es un "ya eres mayorcito para haber desabrochado unos cuantos sujetadores, ¿por qué tardas tanto en quitármelo?. Entonces me sentaré a horcajadas sobre tí y continuaré jugando con tu espalda, haciendo pasadas cada vez más "arriesgadas" cerca de tu pecho, hasta que me des un manotazo y digas "estáte quieto" aunque tu mente diga "acariciame las tetas de una vez".

Mis movimientos irán pasando de masaje a caricia, y mis manos irán aventurándose cada vez más hacia tus nalgas, hasta que se enreden con la cinturilla de tu pantalon. Esta vez, deseosa de perder los pantalones de una vez, no esperarás siquiera que sea yo el que intente quitártelos. Tú misma me dirás "Espera que me los desabrocho,no,que me los quito,que es más fácil, espera que me levanto". Te pondrás de espaldas a mi para que no te vea el pecho, y te bajarás los pantalones, dejándome ver lo que seguramente es tu tanga, o culotte, o braguita más nueva y sexy.

Te tumbarás de nuevo en la cama y mis manos continuarán acariciando tu espalda, aventurándose hasta los límites de tu pecho y enredándose en la goma de tu ropa interior.

Mis manos saltarán de la zona donde la espalda pierde su nombre hasta tus piernas, mientras te masajean primero, acarician después, tus pies, gemelos y muslos. Mis dedos recorrerán el interior de tus muslos con una caricia suave, en sentido ascendente, desde las rodillas hasta tu sexo, y tú separarás ligeramente las piernas en señal de aprobación, como si hubiera aprobado tu exámen, o hubiera pagado el peaje hacia el placer. Mis caricias continuarán hasta rozar tu sexo sobre la ropa interior, notándola mojada y caliente...

-Sólo quería un masaje, pero me has puesto cachonda con tu descripción, ¿vas a follarme ya o tengo que lanzarme yo?