La hija de la vecina

jueves, 28 de agosto de 2008

De vuelta de vacaciones... ¡qué mal sienta! No obstante habrá que animarse, a ver si con esto...

Creo que, de todos, seguramente el menos delicado


Me encontré con la madre de la vecina de enfrente en el portal, quería que diese clases particulares a la niña para que aprobase. Yo ya me he retirado de ese negocio, trabajo sin más diseñando cachibaches. Pero una frase me motivó a volver 'Mi hija daría lo que fuera por quitarse esa asignatura de enmedio y terminar de una vez sus estudios'.

Llevaban poco tiempo viviendo en el bloque. Su hija tenía unos 20 y pocos, ojos azules, morena, labios carnosos... Me gustaba mirarla desde mi ventana. A veces se masturbaba o se acostaba con algún chico, y yo la veía desde mi habitación, masturbándome mientras o después, recordando los rincones de su cuerpo.

Acepté, quería conocerla y ver si realmente estaba dispuesta a todo por aprobar. Quedé en ir a su casa a las 17h.

Abrió la puerta con una falda por la rodilla y un gran escote. Cosas de la primavera, que la sangre altera (o eso dicen) mis ojos fueron directos a su gran escote y su enoooorme pecho.

-Hola! con que tu eres mi vecinita no?
-Hola! con que tu eres el que se masturba viéndome por la ventana no?

No sabía dónde meterme. Me puse rojo, verde, azul... de todos los colores...

-No, si me gusta, si lo hago ahí porque se que me miras... Y llevaba tiempo pensando en cómo quedar contigo, un sitio discreto, sin que nos vea mi pareja... y ¿qué mejor que mi casa? Mi madre ha dicho que cuando vengas a darme clases ella se va a ir y nos va a dejar solos para no distraernos... y aunque me temo que en cuestiones de sexo tendré que darte las clases yo, será divertido. Ahora viene mi madre y tendrás que disimular... ese bulto entre tus piernas, así que ven a la habitación y sentémonos, que te tape la mesa... no había terminado de decir eso y escuché ruido en la puerta. Nos sentamos en la mesa, con el libro de matemáticas abierto y garabateé un par de gráficas (la del seno y el coseno... ¡en qué estaría yo pensando! :-p).

El sonido de los tacones de la madre se sentía más cerca, llamó a la puerta ¿Puedo entrar? Hola, ya veo que os conocéis, y que habéis empezado ya, ¿necesitáis algo más? Yo voy al comedor, podéis seguir mientras explicando, ¿ok?

Salió de la habitación, ella me miraba pícara. Bueno, mi madre está en casa, habrá que ser silenciosos, nada de hacer crujir el sofá ni la cama, ni de mis gemidos escandalosos...

Cogí el bolígrafo, dispuesto a seguir con aquella lección de trigonometría, cuando ella me interrumpió
-No... déjalo, si soy buena estudiante, si ya he aprobado esa asignatura... si contigo solo quiero follar... y ya que hoy no puede ser, no te vas a ir sin que yo me entere de cómo es tu herramienta.

Acto seguido dirigió su mano a mi pierna, la acarició, subió con descaro hasta mis genitales.
-Parece que no eres indiferente amis palabras no...

Bajó la cremallera del pantalón e introdujo su mano. Cogió mi pene y comenzó a masturbarme.
-Pero... para, por favor, no me hagas esto...
-Que no te haga qué? Esto... (mientras acariciaba mis testículos) o esto otro tal vez? (mientras me masajeaba, arriba, abajo, arriba...) o tal vez esto otro? (para a continuacion chupar sus dedos y acariciarme la punta...)
-Déjame que te toque...
-No, podría entrar mi madre. Además, es divertido ver como no puedes hacer nada. Ahí, con el bolígrafo en la mano, intentando controlar la respiración... hoy me estoy divirtiendo yo, el próximo día me dejo hacer... pero hoy, hoy juego yo

Siguió masturbándome hasta hacerme llegar al orgasmo

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Llamé a la puerta.
-Hola, ¿qué tal? ¿Está tu madre?
-No, salió, pasa. El otro día fue excepcional, ya te dije que estaría fuera durante las clases. La he pedido permiso para usar la mesa del estudio de mi padre, que es más grande y tiene una buena lámpara de estudio... y que es más resistente, aunque eso último no se lo he dicho, claro, jajaja
-Tú, tú....
-¿Yo qué? Se que tienes poca experiencia, pero me gustas y vamos a follar todo lo que podamos. Y además te dije que hoy me dejaría hacer todo lo que quisieras. Has pensado qué quieres? Venga... algo querrás... y no llevo nada debajo... mira...

No le di tiempo a terminar de subir la falda. Llevaba tiempo queriendo hacer aquello, la empujé y la puse contra la mesa de su padre. Subí la falda. Era cierto, no llevaba nada... Estaba excitado, mucho, era más animal que otra cosa. He de reconocer que aquella vez fueron pocas las delicadezas, poco el preambulo, aunque me temo que era lo que ella esperaba, jugar conmigo 1 poco y darme clases, aquella era de sexo animal, otros dias fue de sexo dulce, otras más calmados, otras casi de exhibicionismo... Mi mano fue directa a su sexo, estaba empapada. Realmente mojada, mucho...
La hija de mi vecina
Ella llevaba callada demasiado tiempo, o eso me parecía a mi, tan solo al sentir mis dedos tocándola atino a decir 'mariconadas las justas... estoy realmente caliente, fóllame de una vez'

3 comentarios:

DesperateWishes 29 de agosto de 2008, 11:01  

Aún a riesgo de parecer más basta que unas bragas de esparto, si ese relato fuese la mitad de cierto, iba a tener que plantearme el follarte yo también.... :D

Casi Nadie Lo Sabe 29 de agosto de 2008, 19:37  

Ummm tal vez sea cierto, tal vez no... ^^ Te cuento la verdad al oido?
:-p

Kimuko 6 de noviembre de 2008, 1:26  

¡¿Se lo cuento yo?! XDDDD :P

Un consejo, desperatewishes... sí, fóllatelo (si te atreves) :P

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